
En el corazón de Molsheim, donde la tradición y la innovación se entrelazan con maestría, Bugatti presenta el Programme Solitaire, una propuesta exclusiva destinada a concebir automóviles únicos, verdaderas obras de arte sobre ruedas. Su primera creación, el Brouillard, rinde homenaje a uno de los vínculos más personales de Ettore Bugatti: su caballo favorito. Este majestuoso pura sangre, de pelaje blanco como la primera nevada y matices que evocan la neblina matinal, inspiró un coupé de líneas orgánicas, proporciones perfectas y una potencia sin concesiones.

“W16 quad-turbo de 1,600 caballos de fuerza. Inspirado en el caballo Brouillard, el favorito de Ettore Bugatti. Solo dos creaciones al año. Superficies escultóricas, techo panorámico de vidrio y detalles interiores en tartán parisino, fibra de carbono verde y aluminio mecanizado. Alta costura automotriz en su máxima expresión.”

Construido sobre la plataforma W16 de 1,600 caballos de fuerza —el culmen de casi dos décadas de perfeccionamiento técnico—, el Brouillard fusiona ingeniería de élite y estética escultórica. Cada superficie refleja la fuerza y elegancia de un músculo en tensión, ocultando complejidad bajo una sobria sencillez. Sus elementos aerodinámicos, como la sutil ala trasera tipo “ducktail” y el difusor optimizado, no solo mejoran el rendimiento, sino que refuerzan su silueta elegante y poderosa.



El interior, un manifiesto de artesanía, combina tejidos tartán elaborados en París con fibra de carbono teñida en verde y componentes de aluminio mecanizado. El techo de vidrio inunda de luz el habitáculo, mientras que el icónico espinazo central fluye desde el exterior. Detalles como bordados ecuestres en paneles y asientos, así como una palanca de cambios coronada por una escultura en miniatura del propio Brouillard, subrayan su carácter de alta costura automotriz.

Encargado por un apasionado coleccionista de la marca, el Brouillard reúne en un solo objeto el legado de la familia Bugatti: la ingeniería de Ettore, la visión artística de Carlo y las esculturas de Rembrandt. Cada año, el Programme Solitaire dará vida a un máximo de dos piezas maestras, asegurando que cada una reciba la atención y perfección absolutas que exige un verdadero ícono.

Fotos: cortesía.
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